martes, 4 de junio de 2013

EL RESPLANDOR

FICHA TÉCNICA

Título original: The Shining

Año: 1980

Duración: 146 min.

País: EEUU

Director: Stanley Kubrick

Guión: Stanley Kubrick & Diane Johnson (Novela: Stephen King)

Música: Rachel Elkind & Wendy Carlos

Fotografía: John Alcott

Reparto: Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd, Scatman Crothers, Barry Nelson, Philip Stone, Joe Turkel, Lia Beldman, Billie Gibson, Barry Dennen, David Baxt, Manning Redwood, Lisa Burns, Louise Burns, Alison Coleridge, Norman Gay

Productora: Warner Bros Pictures / Hawk Films / Peregrine

Género: Terror




TERROR PSICOLÓGICO EN ESTADO PURO

El Resplandor comienza con unos planos aéreos de la sinuosa carretera que conduce hasta el hotel Overlook. La vía, bordeando altísimas montañas, nos da muestra del aislamiento extremo en el que se sitúa el hotel, un entorno especialmente duro en invierno cuando una espesa capa de nieve cubre por completo la zona. Es aquí donde se desarrolla la trama de El Resplandor, en un hotel solitario que debe mantener una familia durante los largos meses de invierno. La película, a través del terror psicológico nos introduce en un mundo de degeneración y locura. Lo que en un principio parecía un padre de familia normal se irá transformando poco a poco en un psicópata asesino. El hotel que parecía un paraíso y un lugar de vacaciones de lujo, se irá convirtiendo en una casa encantada, una trampa mortal.

Es por tanto un cine de terror “especial”. No es la típica película de casa encantada y fantasmas, El Resplandor incluye algo más, algo que convierte al film en realmente terrorífico: el ya mencionado terror psicológico. El Resplandor juega con nuestras emociones y suscita el miedo en la mente del espectador, transformando lo irreal en real. El proceso gradual de locura que sufre Jack Torrance, el padre de familia, nos aterra especialmente ya que lo sentimos como cercano, podemos llegar incluso a comprenderlo. El encierro invernal en el hotel y los fantasmas que lo rodean producen una extraña sensación en el espectador de, al igual que Jack, estar perdiendo la cordura. El niño, que tiene poderes telepáticos y sueños premonitorios, es otro factor importante a la hora de sumarnos en esta espiral de demencia y terror.



LA INCURSIÓN DE STANLEY KUBRICK EN EL CINE DE TERROR

Stanley Kubrick era ya un director muy respetado cuando dirigió El Resplandor. Películas bélicas como Senderos de gloria (1957), de ciencia-ficción como 2001: una odisea en el espacio (1968), drámaticas y ultraviolentas como La naranja mecánica (1971) o históricas como Barry Lyndon (1975) habían dado a conocer al director norteamericano. Sin embargo, el fracaso económico de Barry Lyndon lo empujó a dirigir una película más taquillera. Así surgió El Resplandor, su primera incursión en el cine de terror, y un éxito de público y taquilla que dividió a la crítica entre partidarios y detractores.

El tema de la violencia ya había sido tratado por Kubrick en la ya mencionada La naranja mecánica, su película más polémica. En aquel film un grupo de jóvenes se dedicaba a la ultraviolencia, a dar palizas y violar por diversión. En El Resplandor la violencia aparece como respuesta al aislamiento y locura que sufre el protagonista.

Del equipo técnico cabe destacar la colaboración que mantuvo Kubrick con el director de fotografía John Alcott desde que se conocieron durante el rodaje de 2001: una odisea en el espacio. Esta estrecha relación se mantuvo en La naranja mecánica, Barry Lyndon y cómo no, también en El Resplandor. Por su parte, la banda sonora de la película fue compuesta por Wendy Carlos, que ya había colaborado anteriormente con Kubrick en La naranja mecánica.

El film está basado en la novela homónima de Stephen King. Sin embargo el escritor no quedó nada satisfecho con el resultado logrado por la película. Según King, Kubrick “se cargó su libro”. Al parecer lo que en un principio debía ser la historia de una desintegración familiar, pasó a centrarse casi exclusivamente en la figura de Jack Torrance y su proceso de locura. Como curiosidad cabe señalar que Stephen King en el año 1997 realizó una nueva versión más fiel al libro, pero la película no alcanzó el éxito de público y crítica conseguido por la original. Otras adaptaciones de libros de Stephen King a la gran pantalla son Carrie (1976), Cuenta conmigo (1986), Cadena perpetua (1994), La milla verde (1999) y La niebla (2007).



LOS LABERINTOS DE LA MENTE HUMANA

La película se desarrolla en un enorme hotel perdido en medio de las Montañas Rocosas que sólo permanece abierto durante los meses de verano. Durante el invierno, debido al aislamiento extremo que sufre el hotel a consecuencia de la nieve, es desalojado y únicamente se contrata a un guarda de invierno encargado del mantenimiento de la instalación eléctrica. Jack Torrance, escritor novel, decide que la soledad que reina en el hotel es perfecta para comenzar a escribir un libro, y por ello hace las maletas y se va a vivir allí con su esposa Wendy y su hijo Danny.

Pero el hotel tiene un pasado oscuro: un antiguo guarda durante el encierro invernal y debido supuestamente a la claustrofobia provocada por estar tantos meses confinado en un lugar cerrado, mató a su esposa e hijas y acabó suicidándose. Desde antes de partir, Danny tiene premoniciones espantosas, y ya en el hotel sufre visiones y encuentros con fantasmas. Por su parte Jack va padeciendo gradualmente un proceso de enajenación mental y locura que lo lleva a tener visiones y a considerar a su propia esposa e hijo como el enemigo al que hay que eliminar. El punto de cordura lo aporta Wendy, quien, aterrada ante la locura de su marido y el estado en que se encuentra su hijo, lo único que desea es huir cuanto antes del hotel.



El tema central de la película es por tanto la locura: cómo un hombre normal y sereno puede llegar a ver como enemigos a su propia familia. Una de las principales proezas logradas por Kubrick es la de mostrarnos con maestría la degradación del hombre y el proceso de desintegración de la familia Torrance. Las alucinaciones surrealistas y la demencia van adueñándose poco a poco de Jack, un ser cada vez más arisco y alejado de su familia. También está presente el tema de las relaciones familiares. El Resplandor es la historia de una familia normal abocada a la demencia y a la descomposición mental. A pesar de ello, los lazos que unen a la madre y al hijo no se destruyen en ningún momento.

Por otra parte está el tema del alcoholismo. Este alcoholismo es el peor miedo de Jack. La adicción produjo en el pasado un suceso dramático: en un ataque de ira le dislocó el hombro a su propio hijo. Desde entonces prometió no volver a beber. Es este alcoholismo (supuestamente pasado) el que hace pensar a Wendy que es Jack quien ha atacado al niño nuevamente durante su estancia en el hotel. Además, cabe destacar que la mayor parte de las alucinaciones de Jack suceden en el salón de fiestas del hotel, donde bebe y charla con el “camarero” mientras está sentado en la barra. De todos modos, como ya hemos señalado, la película se centra más en la locura que en el problema de alcoholismo del protagonista, hecho que disgustó a Stephen King ya que en su novela sucedía justo al contrario.

Otros temas tratados en la película son la violencia (Jack siente que debe “corregir” el comportamiento de su familia), la soledad (causante en gran medida de la locura del protagonista), el machismo (en la relación amo-sumiso que viven Jack y Wendy) y lo sobrenatural (fantasmas, apariciones, visiones, etc.).



EL PODER DE LA INTERPRETACIÓN

Probablemente sin la participación de Jack Nicholson, El Resplandor hubiera estado lejos de ser considerada una joya del séptimo arte y una película de culto. La actuación de Nicholson ha pasado a la historia del cine debido a su credibilidad y al derroche de expresividad. Sus miradas y gestos, especialmente a partir de la segunda mitad de la película, nos intimidan, nos angustian y sobrecogen de tal manera que nos llegan a hacer partícipes de la acción, como si estuviéramos realmente en el hotel Overlook. La escena en que asoma la cabeza de forma sádica por la puerta del baño pertenece ya a la cultura popular. Como curiosidad cabe señalar que a Stephen King no le parecía buena idea que Nicholson interpretara a Jack Torrance, ya que no hacía mucho había protagonizado Alguien voló sobre el nido del cuco (1975), donde también interpretaba a un hombre inestable (la película transcurría en un hospital psiquiátrico). Sin embargo finalmente se impuso la opinión de Kubrick, quien consideraba que Nicholson era perfecto para el papel.



En cuanto a la interpretación de Shelley Duvall (Wendy), ha habido todo tipo de opiniones. Por una parte hay quien piensa que su actuación es pésima (fue nominada a los Premio Razzie como peor actriz), y quien opina que Duvall hizo un muy buen trabajo y que siguió a la perfección las órdenes de Kubrick. En términos generales podríamos clasificar la interpretación de Duvall como sobreactuada (aunque esto también es aplicable a la de Nicholson), pero a la vez sobrecogedora. Lo que su personaje debía transmitir era debilidad y sumisión (al contrario que en el libro, donde Wendy era una mujer fuerte y protectora) frente a Jack. Esto es algo que Duvall consiguió. Es importante recordar la mala relación que la actriz mantuvo con Kubrick. El perfeccionismo del director provocó que la famosa escena del bate tuviera que ser repetida 127 veces (una de las tomas con mayor número de repeticiones en la historia del cine). Según se dice, Shelley Duvall no estaba actuando para parecer aterrada, debido a la presión que le transmitía Kubrick, estaba realmente aterrorizada.



El tercer protagonista, Danny, interpretado por Danny Lloyd, al contrario de Shelley Duvall, fue protegido en todo momento por Stanley Kubrick. De hecho el niño pensaba que estaba rodando un drama y no una película de terror. Su actuación es prodigiosa, las miradas perdidas y expresión de pavor son sus señas de identidad. Además resulta especialmente relevante el hecho de haber tenido que cambiar la voz cada vez que “hablaba” Tony, su amigo imaginario. Sin duda, la de Danny Lloyd es una de las actuaciones infantiles más escalofriantes de la historia del cine. Ningún espectador será capaz de olvidar la escena en que el niño, cuchillo en mano, repite sin parar “REDRUM, REDRUM”. Espeluznante.



GENIALIDAD A NIVEL TÉCNICO

Kubrick hizo uso en su película de una invención muy novedosa en el año 1980: la Steadicam. Este primer estabilizador de cámara permitió filmar de forma efectiva los planos de Danny pedaleando en triciclo por los pasillos del hotel o la escena en que Jack Torrance persigue a su hijo por el laberinto nevado. De hecho Kubrick pretendía rodar más de la mitad de la película haciendo uso de este novedoso invento. Los planos en movimiento se combinan a la perfección con otros planos fijos. El Resplandor destaca además por la variedad de encuadres: desde planos aéreos para presentar la soledad del hotel, hasta primeros planos para mostrar la expresividad de las caras de Danny y Wendy asustados o la de Jack enloquecido.

La iluminación, como ya hemos mencionado, corrió a cargo de John Alcott. El hotel fue iluminado con fuentes de luz visibles en pantalla, ya que Alcott sentía preferencia por la luz natural, realista. A esta iluminación añadió luz procedente del exterior que entraba a través de los ventanales del decorado; una luz suave y blanca para transmitir la sensación de hallarse ante un paisaje invernal y nevado. Esta luz exterior blanquecina se va azulando a medida que transcurre la película, con el objetivo de aislar aún más a los personajes del mundo exterior.



Los decorados de El Resplandor fueron construidos basándose en hoteles reales, y se utilizó el gran angular para que parecieran más grandes de lo que realmente eran. Es importante destacar también el rodaje de la película en formato 1.37:1 y su posterior exhibición en 1.85:1. El objetivo era el de poder emitir la película a pantalla completa cuando se televisara.

La música, obra de Wendy Carlos, consiguió producir una banda sonora turbadora y agobiante. La preferencia por los sonidos metálicos y fríos nos desasosiega e introduce en el universo de horror en que se ha convertido el hotel Overlook. Sin duda se trata de una de las bandas sonoras más inquietantes de la historia del cine.

LA PERFECTA UNIÓN ENTRE LO SOBRENATURAL Y LO PSICOLÓGICO

Pese a la carencia de efectos especiales digitales, El Resplandor nos consigue asustar como pocas películas. No necesita recurrir a grandes artificios ni a una sobrecarga de escenas sangrientas para infundir terror en el público. Algo tan simple como el movimiento de cámara siguiendo a Danny por los pasillos del hotel consigue aterrarnos. La película se sostiene en tres actores y un escenario: el hotel. A partir de ahí, la experiencia del equipo técnico permitió crear una atmósfera opresora e inquietante. Únicamente podríamos reprocharle la temática algo estereotipada (caserón encantado, niños con poderes paranormales…), pero Kubrick supo apostar por la innovación y originalidad. El Resplandor revolucionó el panorama del cine de terror y posteriormente ha influido en incontables películas del género. En conclusión, podríamos definir El Resplandor como la película de terror perfecta: la insuperable unión entre lo sobrenatural y lo psicológico.


"Danny, existen lugares que son como las personas, unos resplandecen y otros no"